La Fiscalía acusa al excandidato conservador de recibir unos 6,8 millones de pesos en sobornos para promover la reforma energética que beneficiaría a empresas como Odebrecht.
La audiencia por el caso de Ricardo Anaya, excandidato conservador a la presidencia de México investigado por corrupción que perdió por una abrumadora diferencia contra Andrés Manuel López Obrador, ha sido pospuesta por tercera vez. Programada para este lunes, ha sido aplazada hasta el 14 de febrero debido a los problemas de salud del juez, que notificó de ello a la Fiscalía General de la República (FGR) y a la defensa del imputado esta noche.
Anaya es sospechado de recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. La FGR, que investiga la trama de sobornos que se llevó a cabo entre los años 2013 y 2014, sostiene que el entonces diputado recibió 6,8 millones de pesos (unos 327.000 dólares) de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, a cambio de aprobar la reforma energética impulsada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto que privatizaría la producción del petróleo y beneficiaría a las empresas extranjeras, como Odebrecht.
La FGR apuntó que estos “hechos delictivos” tuvieron por objetivo “entregar el patrimonio petrolero del país a intereses y empresas extranjeras”. Ahora Anaya enfrenta acusaciones de asociación delictuosa, cohecho y lavado de dinero.
En agosto del año pasado, manifestó que las investigaciones en su contra son parte de una persecución política llevada a cabo por López Obrador para que el opositor conservador no se presente a las elecciones presidenciales de 2024. El mandatario mexicano respondió que no tenía “nada que ver con la persecución que supone Ricardo Anaya” y que la venganza no es su “fuerte”.
Por su parte, Lozoya causó un escándalo político tras presentar ante la Fiscalía una denuncia de hechos en donde acusa a Peña Nieto y al exsecretario de Hacienda Luis Videgaray de orquestar la entrega de recursos provenientes de Odebrecht para comprar votos de legisladores durante la aprobación de distintas reformas y para favorecer a la constructora brasileña con distintos contratos con Pemex.