EL INQUISIDOR
LUIS ARMANDO VARGAS TORRES.
Para Agustín Laje, escritor y pro vida argentino, vivimos una generación idiota, termino Griego que evidencia a las personas que viven fuera de la realidad, excéntricas, con fal sos principios y erróneos propósitos. Es muy interesante su enfoque querido lector, la verdad me hizo reflexionar mucho, los que nos educamos desde el siglo pasado, hemos visto los cambios diametrales en los enfoques hacia las personas, hacia la vida y en el respeto del ser humano por el trabajo, el esfuerzo y las banalidades conque se sutenta la sociedad actualmente. Para Agustín Laje, esa generación se enmarca desde los jóvenes de secundaria y preparatoria hasta los de 35 años, la llamada generación Millenials. El papel de distracción o factor de cambio han sido las organizaciones internacionales que financian el envilecimiento de la mente de la ciudadanía, especialmente los jóvenes, los convenios internacionales que obligaron a firmar a los países satélite como México que obliga a los tribunales nacionales a acatar las políticas implementadas por la OMS, la CIDH de la ONU. Nada mas ha hecho tanto daño a nuestra sociedad que el acatamiento del control de la convencionalidad que nos obliga a adoptar políticas contra la idiosincrasia de nuestras naciones, barrabasadas como la ideología de genero con sus centenar de acepciones, niega al ser humano el género por nacimiento, circunscribiéndolo al nacer en un cuerpo, no es hombre ni mujer, el genero lo definirá cuando crezca. El inventar un lenguaje inclusivo que permitirá brindarle un espacio al género neutro, como diría el cantante Camilo, espero un niño ya sea “El, Ella o Elle”, ahora dirás, vere un abogade, ingeniere, licenciade, espose, señorite, funcionare, presidentelle, maestrelle, profesorelle, cocinerelle, conserjelle, eso para todo lo que no se considere hombre o mujer y sea miembro o no de LGBT. Ahora se pretende legitimar el aborto rebasando parámetros pasados como el correr peligro la vida de la madre, violación, hasta antes de 12 semanas, llamándolo semánticamente interrupción de embarazo en vez de terminación y metiendo declaraciones juradas por la madre donde no es necesaria ninguna autoridad judicial para poder abortar. Resulta que la OMS obligara a los gobiernos a legislar para que se aborte o asesine a los hijos bajo 3 premisas que el embarazo le cause inarmonía, problemas físicos o sociales a la madre. Si la familia se opone o los amigos le hacen bulliyng, si el novio no acepto el niño, no tiene dinero y tiene estrés, si el embarazo le incomoda y molesta podrá hacerse el aborto sin problema, sólo firmando un papel al doctor bajo cualquiera de estas causales. En algunos países usted ya se discute legislar para que usted pueda matar a su bebe, al nacer porque así lo decida con su pareja y se llamara aborto por nacimiento parcial, no será asesinato. Ahora las vacas podrán denominarse mujeres, los perros, gatos y cualquier animal tiene el mismo derecho de los humanos y usted podrá ir a la cárcel por maltrato animal. Los Pederastas exigen que se les deje de estigmatizar de criminales y se les llame como preferencia el” sexo intergeneracional a lo que tienen derecho”, las leyes ya se han torcido con la llamada equidad de género, que lo que hace es enfrentar a los dos sexos y la mayoría de las juezas indebidamente están sentenciando en base a la victimización de la mujer. Los factores de orgullo de los jóvenes ya no son la superación personal, logros de deporte, ni de estudios, menos de creaciones literarias, de arte o cultura, ahora es el orgullo por quien te llevas a la cama amparados en un trapo multicolor. Las universidades ya no te educan, te adoctrinan y exigen sumisión como factor de progreso y escala social, adormeciendo el espíritu crítico, ya no puedes conquistar una dama como antaño, menos coquetear o decir piropos, te pueden acusar de acoso sexual. La ONU ha hecho bien su trabajo en la conferencia del Cairo, Egipto en 1994 se ponderó el Feminismo Abortivo, en la de 1995 en Pekin el Feminismo LGBTTQ. Puntos dignos de analizar mi estimado lector, usted tiene la ultima palabra