El mineral se encuentra presente, sobre todo, en los estados de Puebla, Oaxaca, Durango, Nuevo León y Sonora.
El litio es uno de los temas principales a nivel mundial y México se encuentra en el centro de la conversación. De acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos, México ocupa el noveno lugar en el mundo en reservas de este mineral y según investigadores, son más de 80 localidades en el país donde existirían estas minas
El mineral se encuentra presente, sobre todo, en los estados de Puebla, Oaxaca, Durango, Nuevo León y Sonora. Este último, es, precisamente, en donde recientemente fue localizado el que se cree que sería el yacimiento más grande del planeta.
“No son estos salares de gran superficie, como el salar más famoso y más grande del mundo, el salar de Uyuni, sino que es en montaña y entonces ahí el proceso es otro, es más pequeña el área y el proceso para su tratamiento es distinto”, explica el técnico académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Armando Negrete Fernández.
Sin embargo, la noticia sobre el hallazgo de litio en Sonora ha dado un vuelco, luego de que se supiera que muchos de estos yacimientos del hoy llamado ‘oro blanco’ están en territorio que pertenece a las comunidades prehispánicas, como la zapoteca y la mixteca, por lo que es vital consultar a estas poblaciones originarias antes de su extracción.
Según lo explicado por el convenio número 169 de la Oficina Internacional de Trabajo (OIT) sobre los pueblos indígenas, existen dos postulados centrales. El primero habla del derecho de los pueblos originales a mantener sus culturas y formas de vida y el segundo, su derecho a participar de manera efectiva en las decisiones que les afectan.
“Desearía que sí, sería un caso inédito sobre que se les incorpore [a los pueblos indígenas] sobre qué hacer con el litio, sobre algunos de sus recursos. Lo mejor sería que sí se les tomara en cuenta y una parte de las ganancias se ocupen para la infraestructura local, eso sería lo ideal”, opina Negrete Fernández.
¿Una esperanza para el medioambiente?
Uno de los factores que le da más valor al litio es que este es considerado como una de las posibles soluciones frente al cambio climático, dado que es utilizado para la fabricación de baterías de autos eléctricos y paneles solares.
Se trata de productos pertenecientes a la hoy explotada cultura del ‘green wash’, es decir, productos supuestamente amigables con el medio ambiente. Es por esta razón que los ojos de grandes potencias como EE.UU. se han volcado a América Latina, y es de naciones como Argentina y Chile de donde obtiene el mayor porcentaje de este mineral.
‘En la mira de EE.UU. y la UE’
Ante la voracidad internacional por el litio, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha dejado claro que el Gobierno federal negará concesiones a empresas extranjeras y que su objetivo es que este mineral sea de uso exclusivo de la nación.
La correspondiente reforma ya se discute en el Senado y esta iniciativa ya es vista con temor y recelo tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea.
Lo que persigue EE.UU. en toda Latinoamérica “es una pugna geopolítica contra China para la apropiación de un material estratégico como el litio”, señala Negrete Fernández.
“Eso pasó en Bolivia, está pasando en lo que llaman ‘el triángulo del litio’ con Chile y Argentina. Es un asunto de control de materiales estratégicos no solo para el presente, sino para el futuro en vistas de una urgente transición energética“, concluye.
Así pues, el litio, sus yacimientos, extracción, comercialización, importación, exportación y decisiones tanto políticas como posturas sociales, hoy crean tensión entre los países que poseen industrias que requieren de este mineral para continuar con sus negocios millonarios y las naciones que poseen al llamado ‘oro blanco’.