Al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) se le acusa del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en el marco de la adquisición de la planta chatarra de fertilizantes.
Una semana después de que el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, fue ingresado al Reclusorio Norte por el caso Odebrecht, el exfuncionario compareció este miércoles ante un juez federal en una audiencia solicitada por la Fiscalía General de la República (FGR) por el presunto fraude en la compra de una planta de fertilizante.
La FGR solicitó a un juez de control que cambiase la medida cautelar de libertad condicional que se le dictó a Lozoya el 28 y 29 de julio de 2020, por la de prisión preventiva. Al exfuncionario se le acusa del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita en el marco de la adquisición que hizo Pemex de la planta productora de urea, conocida como Agronitrogenados, ubicada en Coatzacoalcos, estado de Veracruz.
En respuesta a la petición de la FGR, un juez federal dictó prisión preventiva contra Lozoya argumentando que existía riesgo de fuga.
Lozoya afirma que es inocente
Durante su intervención, el exdirector de Pemex negó haber cometido “delito alguno”. “Los recursos que recibí de Altos Hornos y de cualquier otra empresa fueron producto del trabajo y servicios que realicé con ellos antes de ser funcionario”, dijo Lozoya.
Previo a la audiencia, el abogado Miguel Ontiveros informó que el equipo de defensa de Lozoya ofrecería diversos bienes inmuebles y dinero en efectivo, por un monto total de 3,4 millones de dólares, como reparación del daño causado a Pemex.
“Solicitamos que Pemex nos abra las puertas, ya hemos tocado y aún no nos han respondido. Pero hay plena disposición para que se repare el daño al Estado mexicano”, declaró Ontiveros.
Durante el desarrollo de la audiencia, Lozoya aclaró que la disposición a colaborar con la Fiscalía y la propuesta de reparación del daño no implicaban, de “ninguna manera”, que él hubiese cometido algún delito, según reportaron medios locales.
La compra de una planta chatarra
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades, Lozoya intervino ante el Consejo de Administración de Pemex para impulsar la compra de la planta que pertenecía a Altos Hornos de México, el consorcio de acero más importante en la nación latinoamericana. Lo que la compañía omitió informar es que Agronitrogenados era considerada chatarra, porque llevaba 14 años sin actividad y la maquinaria tenía más de 30 años de antigüedad.
Pese a la mala inversión que representaba la compra de esta planta a Altos Hornos de México, Pemex continuó con la operación y desembolsó unos 475 millones de dólares, entre el pago de activos y los recursos destinados a la rehabilitación.
Por este caso, el 28 de julio de 2020, un juez federal imputó a Lozoya por supuestamente haber recibido una casa como pago por haber autorizado la compra de esta planta, que representó pérdidas millonarias para Pemex.
Las autoridades mexicanas mostraron pruebas de que el entonces dueño de Altos Hornos, el empresario Alonso Ancira, transfirió tres millones de dólares a una cuenta en Suiza que tenía como beneficiaria a Gilda Susana, hermana de Lozoya.
Como parte de este pago, Lozoya habría utilizado unos 34 millones de pesos (unos 1,6 millones de dólares) para comprar una casa ubicada en Ladera 20, interior 11, en la colonia La Retana en Lomas de Bezares, en la alcaldía Miguel Hidalgo de Ciudad de México.
El caso Odebrecht
Además de este caso, Lozoya es señalado por la FGR por su participación en el esquema de sobornos operado por la constructora Odebrecht para obtener contratos de obra pública durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Por esta causa, la Fiscalía lo acusa por los delitos de cohecho, lavado de dinero y asociación delictuosa.
Lozoya estuvo en libertad condicional por más de un año y tres meses (desde el 29 de julio de 2020), hasta el pasado 3 de noviembre, que la FGR solicitó dictar prisión preventiva contra el exfuncionario y un juez federal concedió la petición, argumentando que existía riesgo de fuga.
Desde la noche del pasado miércoles, el exdirector de Pemex duerme en una celda del Reclusorio Norte, mientras concluye el período de investigación complementaria por la causa de Odebrecht.