México observa con inquietud el mercado de gas natural ante la llegada del invierno boreal después de que en febrero pasado una helada en el sureste de EE.UU., principal suministrador del combustible al país latinoamericano, paralizara el suministro del hidrocarburo, provocando que miles de mexicanos se quedaran sin luz y padecieran de frío en sus hogares.
A ello se le suma el precedente en Europa, en donde la llegada del frío, junto a otros factores, disparó los precios de la electricidad. Un informe de la Comisión Reguladora de Energía Federal estadounidense advirtió sobre un incremento de 103 % en el precio promedio de los contratos del combustible para este invierno, en comparación con los 7.700 % que se registraron a inicios de año.
México depende del gas natural proveniente de Estados Unidos, particularmente de Texas, en gran parte por los costos competitivos de este combustible. De hecho, el país latinoamericano se ha comprometido con Washington para la importación del hidrocarburo durante los próximos 35 años, debido a la infraestructura de gasoductos con la que se cuenta y a la renegociación de contratos que se hizo al inicio de este sexenio.
¿Podría repetirse el escenario de Europa en México?
Sin embargo, aunque el precio del gas pudiera aumentar, no sería una subida de magnitudes dramáticas, auguran los expertos.
“El escenario más probable es que México no pase por una situación similar a la que están pasando en Europa. Lo que está sucediendo allá es una mezcla de baja producción, que no está necesariamente sucediendo en Texas, y una alta demanda”, opina Carlos Flores, especialista del sector energético. Considera que un escenario similar al europeo ocurriría en caso de una fuerte helada, que provocaría que el “gas natural sea más requerido”.
La recuperación económica en EE.UU. y Europa también podría propiciar un incremento en la demanda del gas, aunque por contrato estaría asegurado el suministro en México. En todo caso, si hubiera desabasto, el Gobierno del país latinoamericano lo resolvería comprándolo a través de barcos a otras naciones de la región, aunque, no sería de bajo costo.