El conflicto del Tribunal Electoral de México entró hoy en punto crítico después que el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, opinara que la permanencia en el cargo de su titular es inviable.
José Luis Vargas, defenestrado de la presidencia del tribunal por cinco magistrados de un total de siete, acudió a la suprema corte para denunciar el ‘golpe de estado’ que le propinaron, pero esa instancia no tiene facultad para actuar en el conflicto.
No obstante, la opinión de Zaldívar fue contraria a Vargas, un magistrado muy cuestionado por su abierta actuación en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador y su agrupación Morena, e inocultable seguidor de los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional.
Sin embargo, se especula que detrás de su salida de la presidencia y la designación del magistrado Reyes Rodríguez, está la mano del expresidente panista Felipe Calderón.
Según las especulaciones, Calderón trató de adelantarse así a una reforma en el Poder Judicial que se ve venir y que tendrá como centro cambios muy serios en el Tribunal y el Instituto Nacional Electoral (INE).
En ambas instituciones la oposición a una extensión del mandato de Zaldívar como presidente de la suprema corte fue muy fuerte enseguida que López Obrador, basándose en lo estipulado en la Constitución, propuso ampliar su administración hasta el año 2024.
Hoy, para ser congruente con lo planteado sobre Vargas y el conflicto de intereses que divide al tribunal, Zaldívar anunció su renuncia a aceptar la prórroga del mandato, lo cual lo convierte en una víctima de la lucha intestina por el poder entre los magistrados electorales.
No hay condiciones para que Vargas siga en el cargo que él dice sigue ostentando y me parece que, con realismo y responsabilidad, debería de dar un paso al lado y permitir que se retome el canal de institucionalidad por el Tribunal y que la mayoría decida quién debe ser la presidenta o el presidente, declaró Zaldívar en conferencia de prensa.
Ahí mismo rechazó ampliar su periodo al frente del máximo tribunal en México. Yo no estoy aquí por cargos, y mi único compromiso es con la Constitución y con los Derechos Humanos, de tal suerte concluiré mi mandato el 31 de diciembre de 2022 cuando termina el periodo para el cual fui electo por mis compañeros, dijo.