Los líderes de la Unión Europea (UE) se reúnen hoy en esta ciudad belga con una agenda que incluye una reciente normativa aprobada en Hungría y cuestionada por el mecanismo regional por su contenido discriminatorio.
Otros temas a debate en la cita, que se extenderá hasta mañana, son el futuro de las relaciones con Rusia y Turquía.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, confirmó su presencia en la cumbre en la que también se abordarán aspectos relativos al enfrentamiento a la pandemia de Covid-19.
Sobre este último punto la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, habló ante el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento germano) acerca de la importancia de reforzar la capacidad de actuación a partir de las experiencias obtenidas, tras más de un año de pandemia. Hoy sabemos que podemos hacerlo mejor y que lo haremos mejor en el futuro, expresó Merkel en referencia a la falta de acción coordinada en los primeros meses de enfrentamiento.
No obstante, fuentes del bloque regional revelaron la importancia que reviste para la UE la reciente aprobación en Hungría de una polémica ley considerada discriminatoria y lesiva a los valores comunitarios.
La medida prohíbe hablar sobre homosexualidad en los centros escolares y recibió el rechazo de los ministros de Relaciones Exteriores de la UE reunidos días atrás en Luxemburgo.
Durante una rueda de prensa en esta ciudad, la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió usar todos sus poderes para asegurar que ‘los derechos de todos estén garantizados, sean quienes sean y vivan donde vivan’.
El pronunciamiento sucedió a varias alertas desde los colectivos de LGBTI (Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transgénero e intersexuales) y mensajes de preocupación de varios estados miembros como Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, a los que se sumaron más tarde otros 10.
Pero los líderes europeos están preocupados además por las relaciones con países vecinos como Rusia y Turquía.
Con el primero la UE tiene nexos calificados de ‘difíciles’ por autoridades comunitarias y, según ambas partes, se encuentran hoy en un nivel muy bajo.
Merkel declaró ante el legislativo de su país esta jornada que la UE debe propiciar un ‘contacto directo’ con Rusia y más tarde una fuente del gobierno de Moscú, citada por medios comunitarios, aseguró que el presidente Vladimir Putin es ‘partidario’ de un refuerzo del diálogo con el bloque regional.
Tales afirmaciones suceden a una cumbre celebrada en Suiza la pasada semana entre el mandatario ruso y su par de Estados Unidos, Joe Biden.
Por otro lado, emerge como importante tema a debatir entre hoy y mañana la relación con Turquía con quien el mecanismo tiene grandes diferencias relativas a cuestiones religiosas y culturales.
Pero el punto más controvertido en la agenda bilateral es el tema migratorio, pues ese país constituye una puerta de entrada a la UE para personas desde varias latitudes.
El bloque regional prevé un plan para proporcionar tres mil 500 millones de euros a Ankara durante los próximos tres años como parte de un paquete de apoyo para frenar el flujo de indocumentados hacia su territorio.