Una característica negativa para México es sin lugar a dudas la corrupción. Este azote vulnera los protocolos de igualdad y justicia, que desde la constitución, pasando hasta los reglamentos y la moral, terminan estos siendo lesionados, y en consecuencia es responsable del impedimento de vivir en un estado de derecho, igualitario para los ciudadanos y armónico en lo social.
Este fenómeno estiman algunos investigadores que es el responsable que existan servicios públicos deficientes, inseguridad y además de una mala imagen en el exterior.
Un gran avance en este problema es el reconocimiento de parte de las autoridades sobre su impacto en el área institucional y social, por ello la instauración de órganos que tienen la función de mantener un marco regulatorio y legal dentro de las mismas.
Instituciones como la Secretaría de la Función Publica que es el organismo encargado de coordinar, evaluar y vigilar el ejercicio público del gobierno de nivel federal cuenta entre sus tareas organizar y coordinar el sistema de control y evaluación gubernamental. Inspeccionar el ejercicio del gasto público federal, y su congruencia con los presupuestos de egresos, entre otras importantes acciones.
El IPAB igualmente su propia naturaleza busca transparentar la administración institucional y proyectarla al ciudadano, La auditoria Superior de la Federación es otra institución que ha investigado diversos actos presuntamente de corrupción.
De esta manera se constata que se han estado haciendo esfuerzos para erradicar este mal endémico de las instituciones, pero aun resta perfeccionar los mecanismos los cuales son perfectibles ante algunas “lagunas” reglamentarias.
Por otro lado, no es fácil medir el impacto que tiene en la economía social ya que la población en pobreza sigue creciendo, hay quienes han hecho el esfuerzo por medirla, como es el caso del CEESP que dirige Luis Foncerrada, estimó que en 2012 el costo de la misma, fue 1.5 billones de pesos.
Por su parte algunos organismos de la sociedad civil como FUNDAR, México Evalúa, CIDAC y México, ¿Cómo vamos?, estimaron, que la corrupción costó 341 mil millones de pesos en 2014, equivalente al 15 por ciento de la inversión pública.
Algunas organizaciones no gubernamentales tienen sus mediciones, como “Transparencia Internacional”, que publica desde 1995 el “índice de Percepción de la Corrupción” que en una escala de cero a los países mas corruptos hasta cien que es el menos corrupto, ubica a Dinamarca con 90 puntos el menos corrupto y a Somalia con 10; dentro de esta tabla México cuenta con 30 puntos y esta en el lugar 123 de 176 dentro de los que tienen mayor problema.
La corrupción parte del origen de nuestra sociedad, desde no sacar la basura a la hora adecuada, pedir distinción y trato preferencial en una institución por encima de los protocolos establecidos, hasta dar dadivas para acelerar un proceso administrativo.
Hemos visto como los partidos utilizan la corrupción como arma arrojadiza contra sus adversarios, seguirán presentes mientras no existan acciones disuasivas que promuevan la justicia rápida, no bastando tener leyes, si no que se hagan cumplir.
La base para una reestructuración moral es la educación, seguir avanzando en el combate a esta, y la ejemplificación de la honradez, y solo de esta manera con un marco jurídico que se respete se podrá cambiar gradualmente.
La honestidad es la mejor política, dicho por Benjamín Franklin.
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