Durante los dos sexenios pasados, la Secretaría de Salud (SSa) invirtió y perdió casi mil millones de pesos en la construcción de un laboratorio donde se fabricaría la vacuna contra influenza. No se concluyó por “inconvenientes” que quedaron sin aclarar.
El proyecto estuvo a cargo de Laboratorios Biológicos y Reactivos de México (Birmex), empresa de propiedad mayoritariamente estatal. Se inició en 2008 con el diseño de la obra y tres años después, los trabajos de construcción. Sin embargo, hubo los “inconvenientes” y para 2015 no estaba terminada.
Una evaluación de empresa privada determinó que se requería de una inversión adicional de mil millones de pesos. En ese momento, se determinó cancelar el proyecto, indica el libro blanco Asociación público privada Birmex-Sanofi (Azteca Vacunas-suministrador de vacunas), entregado al inicio de la actual administración.
En el documento se presentan datos generales del plan que se empezó a diseñar en el gobierno de Vicente Fox, como parte de la preparación ante una pandemia de influenza, la cual se presentó en 2009 y tuvo a México como lugar de origen.
La experiencia que dejó la infección con el nuevo virus A/H1N1 fortaleció la idea de que el país debería ser autosuficiente en vacunas, lo cual se lograría con el convenio suscrito en 2008 entre Birmex y Sanofi Pasteur.
El acuerdo comercial planteó que el laboratorio de capital francés construiría una fábrica de antígenos (sustancia activa) de la vacuna de influenza; a su vez, Birmex edificaría el lugar donde se concluiría la producción del biológico.
Se estableció que ambas instalaciones empezarían a operar en 2012. Sólo Sanofi Pasteur cumplió su parte del compromiso. Desde ese año, en la planta instalada en Ocoyoacac, estado de México, se fabrica el antígeno de la vacuna contra influenza, el que luego se lleva a Francia para concluir la producción.
Ya en 2015 y ante la dificultad financiera para continuar, la Ssa cancela la obra que estaba a cargo de Birmex; ya se habían perdido 957.4 millones de pesos. En 2018 el edificio fue demolido.
No obstante, se mantuvo el proyecto para que México sea productor de la vacuna antinfluenza. Se modificó el convenio comercial con Sanofi Pasteur para dar paso a una asociación público privada (APP).
Con este nuevo contrato, el laboratorio de capital francés se comprometió a construir la planta con inversión de 130 millones de euros. Es una obra de 10 mil metros cuadrados, en Cuautitlán Izcalli, estado de México, y ya tiene un avance de 100 por ciento, de acuerdo con Fernando Sampaio, director de la empresa. Una vez que se instale el equipo y la tecnología, empezará a funcionar en 2024.
A cambio, el compromiso de la Ssa a través de Birmex, es la exclusividad en la adquisición “a precios preferenciales” de la vacuna contra influenza de Sanofi Pasteur y se incluyó la vacuna hexavalente que protege contra difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis, Haemophilus influenzae tipo B y hepatitis B.