Informe, trino y uno
Cd. Victoria, Tam.- El primer reporte anual de actividades rendido por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR se resolvió en términos eminentemente prácticos, sin desaguisados que lamentar y bajo un criterio de evidente simplificación.
Cada vez nos queda más claro que sus festinados 30 millones de votos no lo blindan, en absoluto, de malquerientes dispuestos a sacar provecho de un momento así, ante los ojos y oídos de la república.
De aquí la importancia que cobraría la táctica empleada para despachar el deber constitucional y librar esa aduana en los términos más eficientes. Señalo algunos.
(1) EL LUGAR, por principio:
El patio de Palacio Nacional no solamente fue la opción más segura, sino además contigua al salón donde ofrece de lunes a viernes sus conferencias mañaneras.
Fue jugar en su propia cancha y con protocolo minimalista. Amén del consabido honor a la enseña patria y el himno, el hombre llegó, leyó su documento y se despidió.
Sencillez y eficacia frente a lo que hubiera significado el desplazamiento del aparato presidencial al palacio legislativo de San Lázaro, leer bajo una tormenta de interpelaciones, cartelones, gritos y chiflidos de las fracciones opositoras.
La entrada misma al recinto parlamentario habría exigido un operativo policial en toda forma, frente a los tradicionales grupos anarquistas que igual protestan contra un mandatario de MORENA, el PRI o el PAN.
Desde luego, marchas y plantones son inevitables y hasta se diría que forman parte del paisaje urbano en día de informe desde hace cuatro décadas
La diferencia estriba en la ruta a elegir, entre cruzarse con ellos o evitar el topón. Se optó por lo segundo, en el entendido de que ANDRÉS MANUEL no solo despacha sino además habita en Palacio, fue doblemente anfitrión.
Protestantes y quejosos tuvieron que desplazarse al zócalo donde ya un anillo firme de seguridad les había tomado ventaja desde temprano.
(2) HORARIO, el timing:
Se diseñó la agenda para que la entrega del documento en San Lázaro dispuesta por la ley ocurriera en tiempo posterior al discurso. Horas después, cuando el evento medular ya había transcurrido.
Vale recordar que la Constitución obliga a la entrega del informe escrito, pero no su lectura y tampoco especifica que dicho trámite deba ser en persona.
Lo puede hacer un representante personal, sin especificar quien. La titular de SEGOB, un representante de esta o incluso un edecán de Palacio, si así fuera la decisión.
En este caso fue la abogada OLGA SÁNCHEZ CORDERO quien aparece en las imágenes mostrando el documento al recién confirmado pastor legislativo PORFIRIO MUÑOZ LEDO para luego ofrecer un parco mensaje al pleno, alrededor de las 16:50 horas.
(3) ¿CON QUIENES?, la audiencia:
Huelga decir que a Palacio no van las cámaras. Únicamente los líderes de las fracciones parlamentarias que además se desperdigan entre una adusta y compacta audiencia de funcionarios, gobernadores y empresarios.
Medio millar de invitados, a lo mucho. Ni hay espacio para interrumpir ni, tampoco, quien aplauda un lance de esta naturaleza.
Constituye un evento de audiencia controlada y mecánica rigurosa, dónde los únicos gritos que se escuchan proceden de la calle y en calidad de ruido ambiental.
El zócalo, efectivamente. Aunque, en paralelo, diversas organizaciones sociales marcharon del Ángel de la Independencia al Monumento de la Revolución, vociferando consignas como “Fuera LÓPEZ” y “ANDRÉS MANUEL mentiroso”, “AMLO, payaso, eres un fracaso”, entre otras.
Lo suscriben colectivos de evidente perfil radical, pero también organizaciones civiles de talante más bien clasemediero, como Observatorio Ciudadano y México Convoca.
Sin olvidar a proyectos de partido donde figuran Cambiemos México del inefable GABRIEL QUADRI y lo que queda del PRD, que ahora se renombra como Futuro 21.
Por lógica, bajo tales condiciones, no sería aconsejable un evento interactivo ni abierto a todas las audiencias. Se impone por ello el orador único, al que no antecede ni sucede posicionamiento alguno de grupos partidistas.
Es el día del Presidente, cuya ceremonia empieza cuando llega el Presidente, solo habla el Presidente, pantalla y micrófonos son del Presidente. Cuando este concluye y alza la mano para despedirse, termina la transmisión propiamente dicha. Punto final.
Primer informe formal de AMLO, aunque un letrero a sus espaldas dice “Tercer”, lo que sugiere un incógnita algo fácil de resolver para quienes conozcan su estilo personal de comunicar.
Uno y tres, al mismo tiempo, porque hubo antes dos, efectivamente: (1) el pasado 11 de marzo, cuando cumplió sus primeros 100 días de gobierno y (2) el primero de julio, al celebrar un año de su victoria electoral.
Qué, cómo, cuándo y con quiénes, todo resuelto bajo la ley del mínimo esfuerzo. Economía de medios, ni un milímetro más de lo necesario. Aquella simplicidad que aconsejaba MARCO AURELIO, centrándose, ante todo, en la esencia de las cosas.
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