S E N D E R O
UN MATRIMONIO UNIDO A PESAR DE LA ADVERSIDAD DE LOS TIEMPOS
Por Efraín Caballero Salazar.
“Lo que Dios une no lo separa el hombre” parece decir nuestro entrevistado el Sr. SALVADOR SANDOVAL y su estimada esposa MA. DEL PILAR ZARATE, a quienes muy plácidamente los encontramos en un conocido centro social, disfrutando de los buenos momentos de esparcimiento con una exquisita comida.
El Sr. Sandoval y su compañera de todas las batallas han logrado mantener una fuente de virtudes con una relación unida así como amorosa que les permite compartir los buenos momentos de felicidad que el creador les da con familiares y amistades.
Con la experiencia que les da la vida en su feliz vida matrimonial, les ha permitido dicen sonrientes, formar una familia, donde con dedicación, esfuerzo y el producto de su trabajo en el campo lograron salir adelante.
Entrevistados nos comentan de acuerdo a los tiempos actuales dicen, nada ha sido fácil pero nuestra creencia religiosa y trabajo así como apoyo mutuo nos ha hecho permanecer en el mejor de nuestros deseos.
Así El dedicado a las labores del campo que ya no son igual que antes aclara, Ella dedicada a las labores del hogar apoyando a su esposo en todo lo necesario, logrando tener cinco hijos, ellos son ERNESTO, CRISTINA, LUCIA, SHARA Y ALEJANDRO SANDOVAL ZARATE.
Todos integrados a la sociedad, con virtudes profesionalmente preparados y con respeto trasmitido por el matrimonio que hoy felices también disfrutan a sus nietos, donde con lagrimas en los ojos dicen son el motor de nuestra vida.
Observamos como al hacerles la pregunta “ si son felices en estos momentos” se tomaron de la mano, afirmando que estos momentos como muchos otros son importantes en su vida donde el creador les brinda una oportunidad de vida mas, recordando aquellas fechas donde los sagrados sacramentos les unió.
Así concluye nuestra entrevista agregando estos, que sus hijos son el mayor tesoro donde el matrimonio es solo entendimiento y al retirarse de esta charla observamos se alejaron tomados de la mano sin notar los intensos rayos del sol o personas que les distrajera, casos como estos son contados.
La mitad del mundo político lee sendero la otra mitad no sabe leer.