Cinco investigadoras mexicanas recibieron el premio L’Oréal-Unesco 2018 por sus contribuciones a la investigación científica en México.
Este reconocimiento se acompaña de un estímulo financiero que permite la continuidad de sus proyectos de investigación, además de disminuir la brecha de género en la ciencia.
Las doctoras Adriana Pérez González, de la UAM Iztapalapa; Karla Itzel Vázquez, del Instituto Nacional de Medicina Genómica; Laura Elisa Ramos, de la Facultad de Psicología de la UNAM; Emma Patricia Gómez, de la Universidad Autónoma de Nuevo León; y Berenice Domínguez, del Centro de Investigaciones en Materiales Avanzados en Chihuahua, recibieron el premio en su edición 2018.
Los trabajos de las científicas fueron reconocidos por el comité de premiación como proyectos de alto nivel de especialización y que además cuentan con apoyo de institutos de investigación de calidad internacional.
“A partir de hoy, ellas se convierten en voceras de la equidad de género y toman la responsabilidad de inspirar y apoyar a otras mujeres a que inicien o continúen su camino en la ciencia”, explicó el doctor José Luis Morán López, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Apoyo Conacyt
Con las cinco nuevas premiadas, México suma cincuenta y ocho científicas galardonadas en veinticuatro estados de la república mexicana, y se pretende aumentar esta cifra, pues en el mundo existe el apoyo a tres mil 124 mujeres, premiando a 102 laureadas y otorgando tres mil veintidós becas de doctorado y posdoctorado en 117 países.
Las principales áreas de la investigación que fueron reconocidas este año en México son las ciencias exactas, ciencias naturales e ingeniería y tecnología. Dos de las cinco premiadas pertenecen al Programa de Cátedras Conacyt.
Una de ellas es la doctora Adriana Pérez González, cuya línea de investigación se basa en el desarrollo computacional de antioxidantes derivados de la feniletilamina para combatir el Parkinson y Alzheimer.
Comunicación pública de la ciencia: impulso al talento
“Este premio lleva en México doce años de festejo en beneficio de aumentar el número de mujeres en la ciencia y de fortalecer su compromiso para la creación de investigaciones relevantes que dejen huella en México y el mundo”, comentó el doctor Jean-Noël Divet, presidente de L’Oréal México.
Por otro lado, el doctor Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), mencionó que todas las instituciones involucradas en el otorgamiento de estos apoyos financieros reconocen, motivan y amplían los espacios de oportunidad de las mujeres en el mundo científico.
Además del estímulo económico que acompaña al premio, este reconocimiento también permite la visibilidad de sus proyectos, mayores oportunidades de carrera y confianza en sí mismas, lo que impulsa a que un mayor número de mujeres jóvenes decida el camino de la ciencia como profesión.
“Es a través de la comunicación pública de la ciencia que podemos lograr que más mujeres jóvenes decidan seguir un camino del conocimiento y mayor representatividad en todos los niveles de la academia y la industria”, explicó el directivo.
Los proyectos de las investigadoras son los siguientes: Adriana Pérez González, de la UAM Iztapalapa: Diseño computacional de antioxidantes de la feniletilamina con posible actividad como neuroprotectores en el tratamiento de Parkinson y Alzheimer; Karla Itzel Vázquez Santillán, del Instituto de Medicina Genómica: Inhibición farmacológica de RANKL como alternativa terapéutica dirigida contra las células troncales de pacientes con cáncer de mama; Laura Elisa Ramos Languren, de la Facultad de Psicología de la UNAM: Evaluación del entrenamiento cognoscitivo y análisis de biomarcadores de estrés oxidante en sujetos de la tercera edad, con secuelas de enfermedad vascular cerebral; Emma Patricia Gómez Ruiz, de la Facultad de Ciencias Biológicas: Ecología y conservación de murciélagos polinizadores de plantas clave en zonas áridas, y Rocío Berenice Domínguez Cruz, del Centro de Investigaciones en Materiales Avanzados, Chihuahua: Desarrollo de olfatos electrónicos como sensores para diabetes mellitus mediante el aliento del paciente.