Si ha notado la poco beligerante actitud del presidente Donald Trump respecto al cierre de la negociación con Canadá en el Tratado de Libre Comercio, creo que a estas alturas del partido, es casi seguro que no haya tratado trilateral por escrito presentado al Congreso este 30 de septiembre.
Los plazo son fatales y el acuerdo que será dado a conocer es el bilateral de Estados Unidos con México, incluyendo la carta de entendimiento en materia laboral mediante la cual, ambos países se obligan a la libertad sindical y a terminar con los sindicatos blancos.
Traigo esto a colación porque uno de los reclamos más importantes de Canadá en esta negociación ha sido el de los laxos estándares sindicales en el caso de México.
De ahí que la ratificación en el Senado de la República por el grupo coordinado por David Monreal del Convenio 98 relativo a la Aplicación de los Principios del Derecho de Sindicación y de Negociación Colectiva, firmado en Ginebra, Suiza, en el marco de la 32 Reunión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tenga tanto sentido como el que el grupo del PAN, coordinado por Damián
Zepeda, encontró en la votación de límites de participación en tribuna su mejor pretexto para ausentarse de una votación que había sido anunciada, porque lo que se votó fue la iniciativa que envió el presidente Peña al Senado en noviembre de 2015 y que fue elaborada como parte de la Reforma Laboral que ha sido bloqueada por el cabildeo privado y la rígida pierna de la CTM.
Volviendo al Tratado de Comercio México-Estados Unidos, dado que los textos se tienen que publicar el 30 de noviembre y la elección de Quebec es el 1º de octubre, a menos de que Estados Unidos decida no presionar para la incorporación de la leche en el tratado, se ve lejanísimo que Canadá lo vote.
Recuerde que Quebec es la potencia láctica de Canadá y también es la base política de Justin Trudeau y su familia, y las elecciones del 2019 pasan por Quebec, sin lugar a duda.
Hay otra alternativa: suponiendo sin conceder que el Congreso de EU acepte que Ottawa se sume al nuevo TLCAN, incluso después del 30 de septiembre, pero el acuerdo debe pasar por la eliminación de cupos en autos por la 232 (se protege a México un cupo de 2.4 millones de autos exportados), y también la exigencia de eliminación del acero y el aluminio de la 232, además de la revisión de los términos de la nueva cláusula Sunset.
Esos son los temas que no permiten el cierre y bueno, en Nueva York habrá encuentros paralelos que permitirán con el presidente Enrique Peña y su secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, realizar acercamientos indirectos para facilitar lo que diplomáticamente no se puede: un acuerdo de tres.
Fuente: Dinero en Imagen