Avance de 95 por ciento en la recuperación de zonas arqueológicas afectadas por los sismos

La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) avanzan en los trabajos de restauración que se realizan en las 42 zonas arqueológicas afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado, informó el doctor Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología, al sostener que ningún edificio arqueológico está en riesgo.

 

Agregó que con excepción de Monte Albán, en Oaxaca, los daños fueron menores, desde grietas y cuarteaduras hasta desprendimientos de elementos decorativos y deslizamientos en estructuras enclavadas en partes altas. Asimismo, algunas zonas presentaron afectaciones en museos de sitio o en áreas de servicios, como taquillas y sanitarios, mismos que han sido atendidos por las áreas correspondientes.

 

“Si se comparan los daños en zonas arqueológicas con los de edificios históricos, éstas no resultaron tan afectadas, cuyos procesos de recuperación han sido controlados, ordenados y basados en diagnósticos”, dijo.

 

El especialista precisó que a la fecha se tiene avance del 95 por ciento en las acciones de recuperación de los sitios afectados. Precisó que un caso especial es Monte Albán, donde el Juego de Pelota registró un desplome y el Edificio A de la Plataforma Norte tenía tendencia a desplazarse, por lo que las labores de restauración quizá se prolonguen hasta 2020.

 

En este sitio, los trabajos han sido apoyados por el equipo que dirige el doctor Roberto Meli, del Instituto de Ingeniería de la UNAM. En noviembre del año pasado, se realizaron estudios geofísicos y modelos en tercera dimensión del Edificio A con base en el uso de dispositivos tecnológicos como escáneres, resistivímetros y magnetómetros, para conocer cómo se encuentra la estructura en su interior y saber el comportamiento del subsuelo. El monumento fue apoyado con vigas de madera para evitar su deslizamiento.

 

Respecto del Juego de Pelota, actualmente está apuntalado y en los próximos días iniciarán los trabajos para su recuperación. Ambos se encuentran cerrados a la visita pública y los procedimientos son supervisados por las doctoras Nelly Robles y Patricia Martínez, del INAH.

 

Sánchez Nava informó que luego de ocurridos los sismos, el área a su cargo realizó, a través de la Dirección de Operación de Sitios, el censo de daños y la sistematización de información para llevar a cabo las tareas de recuperación.

 

“El trabajo se dividió en tres fases, primeramente fue elaborado un inventario a partir de los reportes que llegaban de los Centros INAH, después inició la etapa de censo para determinar de manera específica la zona arqueológica afectada, y finalmente, la programación para atender los daños, dando prioridad a aquellos que necesitaban una acción inmediata”, puntualizó.

 

Por el sismo del 7 de septiembre, presentaron afectación principalmente los sitios de Monte Albán, Atzompa y Yagul, en Oaxaca; Iglesia Vieja, Chiapa de Corzo y  Lagartero, en Chiapas; así como Malpasito y Comalcalco, en Tabasco.

 

Con relación al movimiento telúrico del 19 de septiembre, hubo algunos daños en las zonas de Tlatelolco, Cerro de la Estrella y Cuicuilco, en la Ciudad de México; Chalcatzingo, Xochicalco y Teopanzolco, en Morelos; Cholula, Tehuacán Viejo y Teteles de Santo Nombre, en Puebla; Malinalco y Tenayuca, en Estado de México; La Organera Xochipala,  Tehuacalco y Palma Sola, en Guerrero.

 

Además de Tula, Huapalcalco y Xihuingo Tepeapulco, en Hidalgo; y Cacaxtla-Xochitécatl, Tecoaque y Tizatlán, en Tlaxcala.

 

Al detallar los trabajos en algunos sitios, señaló que en Morelos, por ejemplo, Chalcatzingo registró fisuras y grietas en los monumentos 1, 2, 3, 4, 34, 41 y 45; una fractura con desplazamiento de roca en el Monumento 5, así como desplazamiento de soporte de una cubierta, fisuras en el Juego de Pelota y en las estructuras A y B. Las acciones emprendidas fueron inyección en grietas y fisuras, consolidación de resanes y sustitución de los desprendimientos, adhesión de partes desplazadas y sustitución de juntas en grietas de los monumentos.

 

En Puebla, el sitio Teteles de Santo Nombre presentó daños en el Edificio Caracoles y en la Plataforma Sur, ambos ubicados en la Plaza Gran Altar, así como en el Edificio Oriente localizado en el Conjunto Fogones. Ante ello, se realizaron trabajos de consolidación y mantenimiento en las citadas estructuras.

 

Por su parte, La Organera Xochipala, en Guerrero, sufrió daños moderados como una grieta en la fachada de la Plataforma del Temazcal y en los basamentos de los Clavos y del Patio Quemado, las cuales fueron  limpiadas y  resanadas con mezcla de cal y arena. También hubo caída de aplanados y pérdida de juntas que se atendieron de igual forma con una mezcla de cal química y arena.

 

En Comalcalco, Tabasco, como parte de los trabajos de rehabilitación, se trabajaron cuatro de los cinco elementos modelados con estuco de los templos: Cha’a Chaak o Batracio; Mascarón de ltzamná; Basamento de los Personajes Sedentes y la Tumba del Señor de los Glifos Puros o de los Nueve Señores.

 

En el Museo Jorge R. Acosta de la Zona Arqueológica de Tula, en Hidalgo, se realizan trabajos de impermeabilización y se atienden pisos, acabados, cambio de mobiliario en baños, instalaciones hidrosanitarias, eléctricas y de seguridad, reubicación de taquilla y sala interpretativa.

 

El coordinador nacional de Arqueología subrayó que la recuperación de los monumentos arqueológicos se realiza considerando los sistemas constructivos prehispánicos basados en cal y arena. “Necesitamos que las intervenciones sean rigurosas para garantizar no sólo la recuperación del bien patrimonial, sino su permanencia a futuro”.

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