Frontera norte: nuevos liderazgos azules…

La correlación de fuerzas dentro del PAN en la frontera norte de Tamaulipas, está sufriendo vuelcos sorprendentes. Hasta hace un tres meses, punteaba como fuerza hegemónica la alcaldesa de Reynosa, Tamaulipas, Maky Ortiz Domínguez. Caminaba sin enemigo al frente, relajadamente hacia la candidatura para suceder al actual gobernador.
(Ese paisaje sociopolítico se configuraría, por la zancadilla que le propinó al Senador Ismael García Cabeza de Vaca en su rol como candidato a la cámara senatorial del Congreso de la Unión en Reynosa, la compleja situación que vivía el PAN en tierras nuevolaredenses ante la embestida de MORENA y el resultado magro del ex líder del Congreso local en la campaña por la alcaldía de Matamoros, Juan García).
Bajo ese escenario, la doctora Ortiz, iba sola.
Hoy, el asunto se ve diferente.
Doña Maky, está siendo debilitada muy severamente por su participación con dinero público en su campaña de reelección. La máxima autoridad electoral en el estado –TRIETAM- sumó al expediente de la elección municipal un elemento tóxico –para la alcaldesa-: utilizó recursos del erario para promocionarse.
En estricto sentido, está solicitando al TRIFE –máxima instancia electoral del país- que anule la elección.
¿Se anulará la elección?..
Difícil predecir. Sólo para documentar el pesimismo de los inconformes, diremos que hace años el entonces IFE, acusó a Fox de intervenir en la elección presidencial. Pero su metida de mano, fue desestimada toda vez que “no había influido en el resultado de los comicios”.
Independientemente, de la anulación –o no anulación- del proceso electivo de Maky para documentar el optimismo de sus detractores diremos que saldrá de este zipizape con heridas de gravedad. Llegará –si llega- con una legitimidad cuestionada y una gobernabilidad a construir muy cuesta arriba.
En otras palabras: la doctora en caso de ser nuevamente alcaldesa, saldrá raspada en su figura, en su gobierno y en sus aspiraciones.
¿La saca esa eventualidad, de la jugada interna por la gubernatura en el PAN?..
No, para ser objetivos.
Lo que permitirá su nueva fragilidad, es la emergencia de otros actores en el norte de la entidad que podrían desplazarla de su proyecto y el de su agraciada y afortunada familia. En tal contexto, se consolidad como actor emergente del PAN fronterizo el alcalde de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar.
El desaprovechado escenario de los Morenistas nuevolaredenses posibilitado por la ola lopezobradorista, permitió a Rivas Cuéllar superar a un tsunami que sepultó a muchos en Tamaulipas –estamos hablando de panistas-. La falta de decisión de Carlos Cantú Rosas –tuvo miedo enfrentarse a los factores reales de poder en Tamaulipas- y el exceso negociador de Garza Barrios –entró a la contienda sin ganas de ganar y vendiendo el proyecto antes de tiempo- permitieron al alcalde irse por un callejón libre y sin adversarios de peligro.
(La actitud medrosa y negociadora de Cantú Rosas y Garza Barrios, se evidencia en la diferencia enorme de votos que obtuvieron el candidato a diputado federal y el candidato a alcalde de MORENA. En tanto el aspirante a congresista quedó a menos de 800 votos del su adversario panista, Garza Barrios se fue a un decoroso segundo lugar con miles de votos de distancia del ganador).
El vuelco en el paisaje norteño, sopla a favor de Rivas Cuéllar.
Los problemas de gobernabilidad que deberá asumir en su nuevo periodo de gobierno, serán la prueba de fuego para continuar consolidándose como el líder más relevante del panismo fronterizo. El PRI en estado de putrefacción y MORENA con mucho impulso a nivel regional, pero localmente desecho por la sospechosa conducta de sus dirigentes, abonan a favor de un panismo superviviente a un temporal que amagó con desplazarlo.
De aquí en adelante es tarea del alcalde Rivas Cuéllar, asumir su nueva circunstancia o encapsularse en su ciudad…
…y ser convidado de piedra en la fiesta electoral del 2021.

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