Se realizó la 57a Sesión del Seminario Estudios Afromexicanos con el tema “Soy afro, me reconozco y cuento”
*** *** Se inauguró la exposición Conde arriba, Conde abajo, con 22 imágenes tomadas en 2013 en la calle El Conde, en Santo Domingo, República Dominicana
Uno de los propósitos del Decenio Internacional para los Afrodescendientes proclamado por la Asamblea General de la ONU (2015-2024), es promover un mayor conocimiento y respeto de la diversidad de la herencia y la cultura de los afrodescendientes y de su contribución al desarrollo de las sociedades; por ello, la 57 sesión del Seminario Estudios Afromexicanos, que organiza la Coordinación Nacional de Antropología del INAH, enfocó su jornada cultural a revisar la autodenominación de las personas en las encuestas intercensales.
Bajo el título “Soy afro, me reconozco y cuento: censos y campañas para el reconocimiento afrodescendiente”, el encuentro académico contó con la participación de ocho expositores de instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y organismos civiles.
La doctora María Elisa Velázquez, coordinadora nacional de Antropología del INAH, mencionó que “el INEGI ya hizo una primera pregunta en la Encuesta Intercensal 2015, donde se buscaba saber la autodenominación de cada persona. El reto está —dijo— en trabajar para incluir ese mismo cuestionamiento en el próximo censo de 2020”.
Recalcó, la necesidad de hacer campañas para difundir la historia y el presente de las poblaciones afrodescendientes, sin ello, es difícil el reconocimiento y la identificación de aquellas características que dan particularidad a la población afro en México.
Las campañas de difusión, añadió, deben partir de varias estrategias, en primera instancia, desde las organizaciones sociales, hasta el uso de los medios de comunicación y redes sociales.
La Encuesta Intercensal 2015, del INEGI, señala que casi un millón 400 mil personas se reconocen afrodescendientes, afromexicanas o negras en nuestro país, lo que equivale a 1.2% de la población total de México; es decir, una de cada 100 personas se considera afrodescendiente.
El estado de Guerrero es el que tiene el mayor número de población afrodescendiente, con 6.5 por ciento; seguido de Oaxaca con 4.9 y Veracruz que registró 3.3 por ciento.
En la primera ponencia del seminario, Censos y la importancia de las campañas de sensibilización, del doctor John Antón Sánchez, habló sobre la ronda censal de 2010 realizada en diversas naciones en América Latina, respecto a la población de origen africano. Indicó que la finalidad de dichas encuestas tiene que estar dirigida hacia dos aspectos fundamentales: la reivindicación de los derechos humanos y la reflexión sobre la identidad de cada nación.
Antón Sánchez, de nacionalidades ecuatoriana y colombiana, manifestó que los censos y campañas no sólo permiten saber la autodenominación de cada individuo, sino se conocen temas como empleo, ingresos, pobreza, salud sexual y reproductiva, así como criterios de etnicidad, y permite incluir a los afrodescendientes en el campo de la demografía.
El investigador del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), de la Universidad de Posgrado del Estado Ecuatoriano, refirió que conocer el número de afrodescendientes en cada país, posibilita la creación de políticas de Estado que generen mejores condiciones de vida para ellos.
En el marco del seminario también fue inaugurada la exposición fotográfica Conde arriba, Conde abajo, compuesta por 22 imágenes en blanco y negro (20 x 30 centímetros), tomadas entre el 23 y 25 de enero de 2013, en El Conde; famosa calle de Santo Domingo, República Dominicana, por el artista Pedro L. San Miguel.
Los retratos muestran parte de la gente que transita por El Conde, mayoritariamente de origen africano. Asimismo, dan cuenta del crecimiento urbano en dicha calle, la vida cotidiana en los parques Independencia y Colón, hasta lugares tradicionales como “La Cafetera”, el “Restaurante El Conde” y la Catedral de Santo Domingo.
De acuerdo con el artista, El Conde es un lugar de encuentro de bohemios, intelectuales y artistas, así como de vendedores callejeros, estudiantes y turistas que diariamente pasean por esa calle.
Destacan retratos como Sonrisa, Jugando dominó, Vendedores de sombreros, Canas y arrugas en El Conde, Nostalgia y Vendedor de manzanas caramelizadas, entre otras. Permanecerá montada durante septiembre en el Vestíbulo de la Coordinación Nacional de Antropología (Av. San Jerónimo 880, Col. San Jerónimo Lídice, Ciudad de México).