Los priistas tamaulipecos andan preocupados, apurados, en busca de un líder. Quieren que, antes de iniciar el proceso electoral local, tener un líder nuevo; en caso contrario, seguirá al frente Sergio Guajardo Maldonado y Aida Zulema Flores quienes, de plano, ya evidenciaron que no pueden con el paquete: y es que, hoy en día, la lucha en contra de los vientos de cambios no es fácil, tomando en cuenta los métodos de persuasión que utilizan para convencer al elector.
El líder siempre es necesario: es quien, con su talento, capacidad, creativa e iniciativa, puede hacer que converjan en la lucha político-electoral, los elementos suficientes para presentar una batalla. Batalla que se complica más cuando se hace desde la oposición y, además, no se tiene experiencia en ese escenario: siempre participaron con todas las de ganar… y cuando pierden no saben cómo encontrar el camino del éxito.
LA ELECCIÓN DE GUAJARDO.
La experiencia inmediata de elegir a un líder fue la de Sergio Guajardo Maldonado; miembro de una familia, de un clan, que siempre ha estado en el poder; forjado en el mundo de una retórica, más que en una lucha política. Así, llego Sergio y de pronto se encontró que no es lo mismo ser líder de un partido o de una organización política si no se cuenta con el apoyo, digamos, extraoficial, como es la del poder constituido.
Y no fue tarea fácil por la forma en que sucedió el proceso de elección: presionados por el tiempo, con poco apoyo del CEN, a resueltas de que Luis Enrique Arreola se lanzó al ruedo, luego al final, la lucha se da entre dos corrientes: la de Oscar Luebbert y la de Sergio Guajardo; llega este en virtud de la composición de Consejo Político Estatal, que ni chance le da a Luebbert. Gano Sergio, pero llego solo…Luebbert, ni Guevara, menos Arreola se pusieron a sus órdenes para trabajar por el partido.
PRIISTAS NO SABEN DE INSTITUCIONALIDAD.
Ante las prisas por designar a un nuevo líder estatal, el primero en volver a levantar la mano fue, como ya es costumbre, Roberto González Barba; que siempre antepone su experiencia, méritos y capacidad. En tanto que, cuestionado, Alejandro Etienne hacer notar que no se incluye, pero tampoco se descarta: que él está, si, para lo que le mande, ordene su partido. Sin embargo, agrega un consejo: que el CEN designe o sea árbitro, de elección.
La cuestión es simple y lo reconoce el diputado Etienne: sea como sea la elección se genera ruido, inconformidad, y a la postre es un escenario que no favorece a un nuevo liderazgo. Reconoce, entonces, que los priistas tamaulipecos no saben de instituciones y, siempre, por siempre, primero piensan en sus intereses, en los personales y de camarilla, y no en los del partido. La cuestión, además, es como o quienes serán el apoyo del nuevo líder.
PERFIL DEL NUEVO LIDER.
¿Quién debe, o puede ser, el nuevo líder? Porque de que es necesario, es necesario. Tiene que ser una cara nueva, que no tenga lastre y más lastre, que en lugar de ayudar, estorbe. Pero, además, tiene que ser una persona que tenga posibilidades de conceder recursos, sean propios o de otros, para que la maquinaria partidista se pueda mover. Debe tener, entonces, capacidad económica o la posibilidad de integrar a otros que estén dispuestos a hacer inversiones políticas que, en principio, son a fondo perdido: la próxima elección será de diputados locales y ellos no manejan presupuesto, como para pagar favores.
Si el CEN lo impone, obvio, tiene que enviarlo con todos los elementos que pueda disponer para que haga un excelente trabajo. Y, además, tiene que ser reconocido, aceptado, y no rechazado por quienes, de una u otra manera, ahí estápresente y siempre hacen sentir su presencia con la simple acción de no hacer nada y si estorbar. En las redes sociales se filtró el nombre de Benito García, actual delegado de la SCT en SLP: tiene dinero, al menos según las historias que se han tejido a sus alrededor, no sé si tenga autoridad política y moral para convertirse en un verdadero y auténtico líder partidista… No es fácil el reto, menos nombrar o designar al nuevo líder.
PROTAGONISTAS.
JOSE RAMON GOMEZ LEAL. Es más conocido como el JR, algunos lo identifican como el cuñado incómodo (es hermano de la esposa del gobernador), y fue candidato a la alcaldía de Reynosa por MORENA. Perdió, pero como AMLO gano la presidencia está ubicado como un potencial Coordinador Estatal Federal, es decir, coordinara a todas las entidades públicas federales en la entidad. En tal coyuntura, se ha informado, que ya visito a las principales dependencias; y ya, además, garantiza continuidad a los burócratas federales; no así, obvio, a quienes son de confianza. Se van a ir unos, dice, para reducir el gasto corriente. Se gasta mucho, afirma, y hay poca eficiencia, no se ven los resultados, dice.
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