Dio inicio el proceso de pacificación y reconciliación a iniciativa del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, arrancando en Cd. Juárez Chihuahua, cuna de los delitos de alto impacto en el país, que de manera mediática registró las desapariciones y asesinatos de mujeres jóvenes en la fronteriza ciudad.
Fue a inicio de los noventas que se empezaron a reportar desapariciones de mujeres principalmente de la clase obrera, de entre 15 y 25 años, siendo la niña Alma Chavira Farel, en enero de 1993 quien estadísticamente fue el primer caso registrado, y siguiendo 700 mujeres más hacia el año 2012, que en la mayoría de los casos no se ha dado con los responsables, y se respira un ambiente de impunidad.
Por lo que es muy significativo que se haya elegido esta entidad de parte del presidente electo, ya que marca un principio en lo que tiene que ver con otro tipo de delitos de mayor impacto en la sociedad.
En el evento se conto también con la presencia del próximo secretario de seguridad pública, el Sonorense Alfonso Durazo que cuenta en su trayectoria, el haber sido el secretario particular de Luis Donaldo Colosio, que enarbolara la máxima: “México tiene hambre y sed de justicia”, justicia que es la que los ciudadanos esperan ante el camino hacia el nuevo gobierno.
Uno de los objetivos de estos foros de pacificación y reconciliación que se llevarán a cabo en todo el país, es construir de manera coordinada con las víctimas de la violencia, familiares, sociedad civil, asociaciones religiosas, expertos y académicos el plan de pacificación del país.
El dialogar, escuchar propuestas que den solución a las diferentes demandas de la población de acuerdo a la problemática de cada región en particular, es como se diseñarán las acciones y políticas que formaran parte del plan de pacificación y reconciliación nacional, a través de 18 foros y 25 consultas especiales.
Las situaciones de violencia, corrupción y las desigualdades sociales que han provocado la profunda herida en el tejido social, se llevan a consulta en estos foros, donde se pretende encontrar un diagnostico, para poder llevar las acciones y recetar la solución, para reconstruir la paz social y justicia que desean los ciudadanos.
Y por otra parte, el ambiente social polarizado ríspido y dividido políticamente, que quedo después de la elección, dio como resultado la reunión en días recientes de los dos opositores partidistas, López Obrador y José Antonio Meade, lo cual generó de parte de un sector, el reconocimiento hacia ambos por la búsqueda de concordia y reconciliación, pero por parte de otro, la desaprobación, principalmente de simpatizantes del Tabasqueño, que ven en el acto, signos de descredito, ante lo que consideran una traición a su movimiento ante esta reunión.
Esto habla del difícil trabajo, que está cuesta arriba, buscando la simbiosis hacia una concordancia y tolerancia, y que solo se dará en base a la justicia social, detonando el cambio hacia una nueva transformación del país.
Querido lector tenga un excelente día, nos leemos la próxima.
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