¿REGRESA EL CENTRALISMO POLITICO?

La vida política mexicana, de antaño, ha sido una lucha constante entre el centralismo y la desconcentración política. La vida nacional giro, durante muchos años, en un centralismo político y administrativo; cuyos perniciosos efectos los vivió la población y la burocracia federal, sobre todo los maestros, esos que hoy batallan para cobrar sus quincenas. Y el caso es que, con AMLO, todo hace indicar que volverá en alguna de sus expresiones

 

La designación de José Ramón Gómez Leal, el cuñado incómodo le dicen, como Coordinador en Tamaulipas del futuro gobierno federal, ha causado cierto escozor en los dominios de Javier García Cabeza de Vaca. En principio por la relación ríspida que hay entre ambos y que es del dominio público. Lo ideal es que, entre ambos, se desarrolle una relación institucional, pero de antemano sabemos que uno y otro son de armas tomar

 

MALES DEL CENTRALISMO POLÍTICO.

Hay dos tipos de centralismo: el político y el administrativo. El político se padeció en toda su magnitud en la época de los gobiernos priistas; el Presidente de la Republica era todopoderoso, tenía capacidad para nombrar a los gobernadores (estos a los alcaldes y diputados locales), a los senadores, a los diputados federas y, por la vía legislativa, a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Toda vida política dependía de la voluntad presidencial.

 

Y el centralismo administrativo se manifestaba con los trámitesadministrativos. El caso más ilustrativo, en aquellos tiempos, se veía con los maestros: que tenía que ir a cobrar al palacio federal y cuando requerían de otro tipo de trámites, como los cambios de plaza, pagos retroactivos, entre otros, la única manera de acelerarlos era ir al Distrito Federal (hoy CdMx) y llevar, chorizo, machacado o botellas de whisky para quedar bien y negociar los tramites.

 

DESCENTRALIZACION ADMINISTRATIVA.

Todo empieza a cambiar con la evolución y desarrollo de las prácticaadministrativas. Como los convenios de coordinación que se dan en el área fiscal; igual en la administrativa. Por muchos años la delegación de la SEP, por dar un ejemplo, tuvo todas las funciones y tareas del área educativa; misma que, al paso del tiempo, fueron pasando al Estado como consecuencias de acuerdos y convenios de coordinación. Hoy, por ejemplo, la federación deposita los sueldos y los paga el gobierno del Estado.

 

Asi, cada una de las Secretarias, fue coordinado sus tareas y responsabilidades entre lo federal y lo estatal, entiéndase, para que los problemas de la región se atiendan aquí y no se resuelvan, alla en el centro; para que no sean soluciones de escritorio. Obvio, en todo caso, siempre hay que cumplir con lo que se conoce como reglas de operación, es decir, los procedimientos que facilitan el control y supervisión de las tareas a realizar.

 

VIRREYES ADMINISTRATIVOS Y POLITICOS.

Con la nueva propuesta, en vías de instrumentar, del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, se da la impresión que se crearan virreyes políticos en cada entidad: será un coordinador de las múltiples delegaciones que, se entiende, van a desaparecer, para disminuir el gasto en plazas, pero algunas deberán quedar, puesto que alguien tendrá que hacer el trabajo. Y el coordinador, con nombramiento extraoficial, José Ramón Gómez Leal, será el retén, el fiscalizador, el que responda del trabajo político ante el centro.

 

Se entiende, los recursos federales que se demanden a la federación, pasaran por sus manos, sean del área que sea, para obras públicas, para el campo, la salud, la educación; será quien apoye o rechace una propuesta; y, al final, el que gestionara ante la federación el recurso solicitado. Sera, pues, José Ramón una especie de gobernador paralelo: tendremos dos gobernadores y, dependiendo de cómo se lleven, es como Tamaulipas podrá recibir más y más apoyos federales.

 

PERSONAL INUTIL.

En lo personal creo que, con eliminar las plazas de asesores, de coordinadores, o de aquellos que son designadas por cuestiones políticas, por nepotismo o compadrazgo, será suficiente para adelgazar la burocracia federal, ahorrar y hacer más eficiente al aparato burocrático. Recuerden que, presidente tras presidente, ha incrementado le número de plazas de confianza, de mandos medios, al grado que en algunas áreas administrativas hay más jefes que empleados.

 

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