Resulta un show mediático la actual discrepancia entre los actores políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) y el partido vencedor de la elección presidencial Morena y su líder moral Andrés Manuel López Obrador.
La definición queda como anillo al dedo, ya que el origen de la misma se dio a conocer primeramente en los medios, una multa por 197 millones de pesos del INE a Morena por un supuesto desvío de recursos, del fideicomiso en beneficio de ciudadanos afectados por el temblor que azotó nuestro país el 19 de septiembre de 2017.
El golpeteo en los medios se dio producto de una filtración que se generó al interior del Instituto, que es el encargado de llevar las elecciones en nuestro país, este hecho de entrada hace ver un uso faccioso del organismo que debería tener carácter de intachable en sus procedimientos.
La reacción de parte del fundador del partido que salió victorioso, López Obrador señalando una “vil venganza” de parte del INE, le acarrea tanto muestras de apoyo como de reprobación de parte de diversos comunicadores a lo largo y ancho de la república.
Es realmente preocupante y en consecuencia lamentable, que a estas alturas después de los altos costos económicos e históricos, se estén evidenciando prácticas que afectan el espíritu democrático Institucional, ya que de entrada dicha filtración se dio fuera de toda ética.
Ahora, en el cuerpo de la demanda presentada por el INE cronológicamente, de manera inicial, se hablaba de un retiro de efectivo en los bancos de parte de miembros y líderes del partido, argumentándose desconocer a donde fue a parar el recurso, haciendo suponer que tuvo un fin diferente al que inicialmente se solicitó, en otras palabras que se lo habían “robado”.
En dicha trama, o show iniciado por la autoridad electoral, Morena sale a presentar las pruebas de que el recurso se entrego en tiempo y forma a los beneficiarios, por lo cual cuenta con los miles de recibos con los datos personales e individuales así como las fotografías de los daños estructurales en las viviendas de los ahora beneficiados con el apoyo económico de parte de los miembros del partido.
Siguiendo la secuencia, ante la demostración de que el dinero si fue a parar a los afectados, el INE da un giro en su argumentación, alegando que es ilegal dar dineros a ciudadanos en aras de una elección.
A lo que de manera posterior, los Morenistas se defienden alegando que el fideicomiso es de carácter privado, ya que fueron aportaciones de ciudadanos y no tiene su origen el erario público, y el consejo técnico del fideicomiso “Por los demás” salen a defender dicha argumentación, entre ellos Laura Esquivel, Julio Scherer, Bertha Chaneca Maldonado y Bernardo Bátiz entre otros.
Cabe mencionar que el consejero del INE Josué Roberto Ruiz Saldaña manifiesta que dicha multa no es legal, y el organismo no investigó a fondo, e igualmente la filtración es una falta y vulnera el debido proceso, por lo que debe de anularse la resolución del Instituto electoral.
Apenas recién terminado el proceso democrático el día 2 de julio, el INE hacía un llamado a la sociedad a “superar la confrontación”, y resulta que dicha institución es quien abona a la confrontación y división social, de acuerdo a lo visto en estas últimas fechas, lo que nos hace ver que la calidad de la sociedad está por encima de la calidad de algunas instituciones y es deseable depurar su funcionamiento, solo basta recordar la infinidad de denuncias presentadas al Instituto que circulan en los medios y de las cuales se hizo caso omiso, por lo que la ciudadanía manifiesta su inconformidad.
Querido lector tenga un excelente día, nos leemos la próxima.
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