El mandatario ha sido reconocido por la OMS por sus esfuerzos para controlar el consumo de tabaco en su país.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que antes de que concluya el 2023, presentará ante el Congreso una iniciativa de ley para prohibir terminantemente los vapeadores, al considerar que no debe ser “cómplice” de una práctica claramente perjudicial para la salud.
“Antes de que yo me vaya –es más, lo voy a hacer antes de que finalice el año–, voy a enviar una iniciativa de ley para prohibir los vapeadores, porque no voy a ser cómplice de algo que le hace un gravísimo daño a los jóvenes, les acaba todo su sistema respiratorio”, sostuvo el lunes en su habitual conferencia de prensa matutina.
En sus reflexiones, el mandatario avanzó que quienes se oponen a las restricciones “ponen por delante lo mercantil y se olvidan de la salud“, al tiempo que advirtió que tras estas negativas “están de por medio muchos intereses” y “mucho dinero”, ello en referencia a un fallo del Poder Judicial que declaró legal la venta de vapeadores, con el que se pretendió dar marcha atrás a restricciones vigentes desde hace meses.
Cruzada contra el tabaco
En mayo de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció a López Obrador por sus esfuerzos para frenar el consumo de tabaco en México. Además de expresar su oposición abierta a la práctica, sancionó una ley que proscribe la circulación y comercialización de vapeadores y cigarrillos electrónicos en el territorio mexicano.
“Los nuevos productos del tabaco, como los vapeadores y los cigarrillos electrónicos, igual que en su momento fueron los cigarrillos mentolados, los cigarrillos ligeros, los cigarrillos aclarados, son productos del tabaco que son dañinos para la salud, causan enfermedad, múltiples enfermedades; causan muerte, una enorme cantidad de muertes en todo el mundo”, argumentó el entonces subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, en respaldo a la propuesta.
Asimismo, el pasado enero entró en vigor una ley antitabaco que veta el consumo en casi todos los espacios públicos, deniega la exhibición de cigarrillos y otros derivados del tabaco en las vitrinas de las tiendas, e impide la difusión de publicidad de la industria tabacalera en los medios de comunicación.
Empero, las restricciones no han sido bien acogidas por todos. Cuando entró en vigencia la legislación antitabaco, tanto los industriales del ramo como gremios de comerciantes aseguraron que las medidas traerían consigo “pérdidas millonarias” y despidos masivos.