Ana Fernanda Basaldua Ruiz, naturalizada estadounidense, le había dicho a sus padres que era acosada sexualmente por compañeros de tropa y un superior.
El Ejército de EE.UU. investiga la muerte de la soldado Ana Fernanda Basaldua Ruiz, de origen mexicano, en la base militar de Fort Hood, Texas. La joven se había quejado con sus padres de ser víctima de acoso sexual.
Su cuerpo fue encontrado el lunes 13 de marzo. Las primeras versiones apuntan a que se trató de un suicidio; sin embargo, no se han precisado las causas del deceso.
Alejandra Ruiz Zarco, madre de la joven de 21 años, ha declarado a medios de comunicación que su hija le había comentado hace algunas semanas que un superior del Ejército “la estaba acosando” y que recibía constantes propuestas sexuales de otras personas en la base.
El padre de la soldado, Baldo Basaldua, fue quien se comunicó por última vez con ella, el sábado, y el domingo ya no respondió.
El lunes, al ver que tampoco le llegaban los mensajes, buscó la ubicación satelital de la joven y le apareció que se encontraba en un parque dentro de la base. “Yo no más le puse un mensaje de que el que se iba a morir iba a ser yo, de angustia, por no saber nada de ella”, dijo.
Y explicó que ella le había dicho recientemente que “ya no estaba a gusto, que toda su vida estaba mal, que se quería morir”.
Más tarde, los militares buscaron a Baldo Basaldua en el restaurante en el que trabaja para notificarle del fallecimiento de su hija.
Ana Fernanda Basaldua Ruiz era originaria del municipio de Tacámbaro, en el estado mexicano de Michoacán, donde vive su madre. Su padre es ciudadano estadounidense y fue así que pudo naturalizarse y enlistarse en el ejército de EE.UU.
En un comunicado, el Ejército informó que “la División de Investigación Criminal del Ejército y la cadena de mando están investigando activamente los hechos y circunstancias que rodean su muerte”.
A su vez, dice el texto, se les ha brindado apoyo y recursos a los padres de la soldado naturalizada estadounidense, quien iba a cumplir tres años con el Ejército, en la 1ª División de Caballería.
Su caso no es el único que se ha registrado en la misma base. En 2020 fue asesinada la soldado Vanessa Guillén, de 20 años, también de ascendencia mexicana.
Había sido reportada como desaparecida en abril y sus restos fueron encontrados en junio del mismo año cerca del río León, a unos 30 kilómetros de Fort Hood.
Antes de desaparecer, la joven le dijo a su familia que había sido acosada sexualmente por un superior y que se sentía insegura, aunque no lo denunció porque temía represalias.
La Oficina del Fiscal del Distrito Oeste de Texas resolvió que Guillén fue asesinada a golpes con un martillo por su compañero Aaron David Robinson, quien huyó de la base y se suicidó tras haber sido acorralado por la Policía.
En noviembre de 2020, Cecily Aguilar, una estadounidense de 24 años, se declaró culpable del cargo de complicidad en el caso del asesinato de Vanessa Guillén.