Los colores de México no tardaron en captar las miradas en el Mundial. Armados de sus icónicos sombreros, camisetas de la selección nacional y hasta su propio ‘medio de transporte’, un grupo de hinchas mexicanos escoltaron a policías montados cataríes a lomos de sus propios caballos, eso sí, inflables. Crecer en un país de tacos con chile picante en un carrito a 40 °C hace que los mexicanos pierdan el miedo a la muerte, apuntaron en broma algunos internautas.
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