El proyecto que cruza por el Istmo de Tehuantepec iniciaría operaciones en 2023, conectando al Océano Pacífico con el Golfo de México.
Desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se anunció la construcción de un corredor multimodal interoceánico en la zona más angosta del territorio mexicano: el Istmo de Tehuantepec. La obra pretende conectar al Océano Pacífico con el Golfo de México, dinamizando los flujos comerciales desde y hacia EE.UU., Europa y Asia.
El proyecto cobró vida oficialmente el 14 de junio de 2019, cuando se publicó el decreto que creó al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), así como al organismo autónomo que lleva a cabo la obra.
A pesar de que su inauguración está planeada para 2024, se espera que el corredor esté listo para entrar en operaciones en 2023, confirmó el miércoles, Eduardo Romero Fong, uno de los funcionarios responsables del proyecto, según da cuenta un diario local.
La magno obra se suma a los proyectos de infraestructura claves del Gobierno como la refinería de Dos Bocas en Tabasco, el Tren Maya o el aeropuerto Felipe Ángeles. Con la meta de ser una opción “más económica y veloz que el Canal de Panamá“, aseguraron expertos sobre el tema en un evento celebrado recientemente en la Ciudad de México, reportan medios locales.
1. No es un corredor “marítimo”
La obra en el Istmo de Tehuantepec será un corredor de tipo “seco”, en donde los navíos no cruzarán a través del territorio, sino que arribaran a uno de los dos embarcaderos estratégicos: al oeste el de Salina Cruz en Oaxaca o al este el de Coatzacoalcos en Veracruz. Al arribar a los puertos, los buques podrán descargar sus mercancías, las cuales tendrán la opción de ser trasladadas vía férrea, vial o área, de un muelle a otro, para que puedan continuar con su viaje y llegar así a su destino.
Ambos puertos tienen un potencial de movimiento de 1,4 millones de TEUs anuales, sin embargo, para alcanzar esa capacidad, actualmente están siendo actualizados y equipados con tecnología de punta. El objetivo es que puedan recibir a navíos más grandes y, por lo tanto, manejar un mayor volumen de carga.
Para garantizar la movilidad de los productos, el proyecto contempla la rehabilitación de las vías de ferrocarril que cruzan por el Istmo, las cuales se extienden por 316,38 kilómetros, garantizando la movilidad de mercancías de un puerto a otro en 6 horas. Mientras que también se están modernizando y ampliando 7.328 kilómetros de carreteras, cuatro de cuota y siete federales libres.
También se está invirtiendo en el mejoramiento de la infraestructura de los aeropuertos de Minatitlán en Veracruz y de Ixtepec en Oaxaca, en tanto que se contempla introducir un tren de pasajeros, que correrá entre Coatzacoalcos y Salina Cruz.
2. Desarrollo de obras paralelas
Además del corredor, el Gobierno ha anunciado la construcción de otros proyectos en la región, bajo el ‘Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec’, que pretenden fortalecer la obra.
Uno de ellos es la construcción de un gasoducto de 355 kilómetros de extensión que irá de Jáltipan, Veracruz a Salina Cruz, Oaxaca.
A este proyecto se suma la edificación en Salina Cruz de una planta de gas licuado y una coquizadora, encargada de recibir los residuos que quedan después de refinar petróleo crudo. Ambas obras tendrán una inversión por 120.000 millones de pesos (6,13 billones de dólares), informó en junio López Obrador.
En tanto que para garantizar la conectividad digital, el Gobierno terminó de desplegar en 2021 una línea de fibra óptica por 62 municipios de la región, que da acceso a internet a la población y a las empresas en la zona del Istmo.
En paralelo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) construye una serie de subestaciones eléctricas y líneas de distribución en la región, además de está desarrollando una Granja Solar en el municipio de Juchitán de Zaragoza en Oaxaca, con una inversión de 45 millones de pesos (2,3 millones de dólares).
El programa también contempla el desarrollo industrial de 10 polos, en donde se les brindará a las empresas reducciones arancelarias y se crearán zonas de libre comercio y recintos aduanales especiales. Además, según reveló un diario nacional, también se construirán parques industriales en estas áreas.
3. Voces en disenso
A pesar de lo ambicioso del proyecto, el embajador de Panamá en México, Alfredo Armando Oranges Busto, aseguró el pasado abril que el CIIT no competirá con el Canal en su país, sino que será complementario a este.
Por otro lado, hay voces que no están de acuerdo con el proyecto, en especial en las comunidades indígenas que habitan en la región y que consideran que el corredor los despojará de sus tierra. Estos pueblos han protagonizado protestas y denuncian que son víctimas de violencia por oponerse a la obra de infraestructura.
El pasado 27 de octubre, fue asesinado un miembro de la organización Corriente del Pueblo Sol Rojo, Jesús Manuel García Martínez, un reconocido opositor al CIIT. Días antes, indígenas de la comunidad zapoteca Puente Madera incendiaron tres vehículos de las autoridades e instalaron un bloqueo carretero para exigir la cancelación del Parque Industrial en las tierras cercanas a su pueblo, “por toda la corrupción, imposición y afectaciones ambientales que representa”, reporta Proceso.
Desde las organizaciones civiles, las críticas se han centrado en los daños que presuntamente la obra genera al ambiente. En 2020, el Colectivo Geocomunes aseguró que el plan del CIIT carecía de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) sobre los tramos a renovar y la posibilidad latente de que excedan el derecho de vía.