Los medios de comunicación ya están dando cuenta de cómo Andrés Manuel López Obrador piensa configurar el aparato burocrático, ese enorme animal que se mueve lento; que ocasiona un enorme gasto y que no tiene nada, pero nada, de eficiente, menos de eficaz. Modificar el aparato burocrático siempre es una acción imperativa, precisamente, transformarlo para que se puedan alcanzar las metas establecidas.
En la época de Benito Juárez se decía que, para alcanzar las metas de una revolución, es preciso también revolucionar el aparato administrativo, cambiar a la burocracia. Y en este caso, justo es mencionarlo, sexenio tras sexenio se hace una transformación del aparato burocrático: se eliminan secretarias, se fusionan otras, en tanto que, unas más, sufren transformaciones… unas, solo de nombre.
MODA SEXENAL.
Cada Presidente de la Republica, o gobernador, siguen la misma rutina al iniciar su periodo gubernamental: hacer fusión de áreas públicas, crear nuevas secretarias o solo cambiarles el nombre. Sobre todo, aquellas que tienen que ver, por decir, con el control social: en este caso el desarrollo social, que hoy en Tamaulipas, se llama SEBIEN (Secretaria de Bienestar). Y en el caso de los programas sociales como no acordarnos del de Solidaridad de Carlos Salinas hoy se llama “Prospera” con Enrique Peña Nieto. Y en el estado recordamos el “Mano con mano” de Manuel Cavazos Lerma.
La cuestión es que, esta moda, por lo regular estaba dirigida únicamente a dar un sello personal de gobernar, como para hacer un borrón y cuenta nueva; pero en la práctica no había, por decir, ningún cambio sustancial. Es decir, ha sido únicamente más de lo mismo. Ha sido solo un cambio de apariencia, una especie de agregación, pero nada de un cambio, una evolución o una transformación. Cambiar para no cambiar, gatopardismo.
LA CUARTA TRANSFORMACION.
AMLO aun no es Presidente Electo, digamos, dictaminado por las autoridades electorales, pero para este momento ya se adueñó de la agenda mediática, porque en la medida que va desenredando algunas de sus acciones, va dibujando lo que será la transformación del aparato burocrático para lograr las metas, las promesas de campaña, y cumplirle a la población. Recuerden que, una de sus propuestas, es acabar con la corrupción y para lograrlo, tiene que establecer procedimientos y áreas de supervisión, de control.
Su sueldo será de 108 mil pesos mensuales. Si logra convertirlo en realidad y que cubra todas las áreas del Estado, obvio que va a lograr un enorme impacto. Hoy en día, por decir, los Magistrados de la Suprema Corte de Justicia ganan más de 400 mil pesos mensuales, igual sucede con miembros de otras entidades públicas, como el INE, el INAI, por mencionar una que otra. ¿Qué sucederá? Se ajustaran a vivir con la medianía de su sueldo o, por decir, será ocasión para más corrupción?
ACUMULAR PODER.
La reforma del aparato burocrático, en la práctica, siempre ha sido ocasión para concentrar más y más poder o para acortar el tramo de control. En Tamaulipas, se recuerda, por ejemplo, como Tomas Yarrington apuntalo su gobierno con solo 7 Secretarias; en tanto que, en promedio, siempre han sido 14, 15 o aúnmás. Es el tramo de control, precisamente, para no perder el control. En este caso, AMLO, ya delineo un esquema que va dirigido a tener un poderoso, firme, control sobre el presupuesto federal aplicado en las entidades federativas.
El poder central, la Federación, siempre ha tenido un control sobre las entidades: para eso hay el convenio de coordinación fiscal; en otros tiempos, para controlar la planeación y el ejercicio presupuestal, se hacían convenios de desarrollo y un Secretario de Estado era el representante federal. Ahora, con AMLO, habrá un Coordinador Regional de todas las delegaciones, será dicen, una especie de Virrey, al estilo de la colonia: así, los gobernadores, difícilmente podrán presumir con sombrero ajeno. Busca borrar, hacer a un lado, a los gobernadores.
PROTAGONISTAS.
MARTHA GUEVARA DE LA ROSA. Es una mujer ambiciosa de éxitos. De ser la responsable de la biblioteca en un centro escolar llego a ser la dirigente de la FSTSE en la entidad; y eso fue el camino para lograr otras metas de corte político: fue regidora en la capital tamaulipeca, luego diputada local, Secretaria General del PRI y después de hacer talacha partidista en otras entidades, regresa a la capital tamaulipeca: ya es la nueva delegada de PROFECO. Le deseamos pues, el mejor de los éxitos, y que sea el camino para otras responsabilidades públicas y haga evidente de que la mujer es capaz y puede ser eficiente, eficaz y exitosa en sus responsabilidades públicas.