Caída y emergencia, de liderazgos en el Sur….

Tampico, Tamaulipas, es acaso el municipio en donde más proezas políticas desplegó el PAN regional. Inició contra todo pronóstico. Los primeros indicios de la competencia entre PRI, PAN y MORENA, señalaban con mucha claridad que la maestra Magdalena Peraza Guerra gobernaría por tercera ocasión el puerto; y con ello, alargaría su poder en el Ayuntamiento tampiqueño a ocho años.
Un fenómeno político regional y nacional.
Chucho Nader, estaba en un modesto segundo lugar.
Pocos creían que la poderosa maestra –que le daba una condición de cuasi imbatible al PRI- salió a la competencia con casi 15 puntos sobre el candidato panista Jesús Nader, podía perder la contienda. Y menos se vislumbraba en el horizonte tropical, -con una estructura tricolor, amplia y maciza, mayor y mejor que la de la administración estatal, sobre todo para la recaudación de simpatías entre los ciudadanos- que el PAN pudiera erosionar sus anchos consensos sociales.
Cierto: mucho hizo Magda por perder: corrupción a pasto, vida licenciosa permanente, incumplimiento de pactos con los aliados que la llevaron al poder y soterrada confrontación con la administración estatal.
Lo de Nader, fue una hazaña.
¿Qué hizo Nader, que le permitió aplastar a uno de los fenómenos políticos más influyentes del siglo XXI en el sur tamaulipeco?..
1.- Sedimentar los odios raciales que desde finales de los años 70 –algunos aseguran que datan de muchísimos años antes- se generaron en el puerto entre las comunidades árabes y judías. Fue este, el primer gran acierto de Nader. Su mentalidad abierta, y la colaboración del jefe real del PAN en el estado, atemperaron aquellos diferendos y ayudaron a poner en el centro del interés la ciudad, su desarrollo y su crecimiento. (Magda, ya era un tapón para esas tareas).
Ver fotografías de Chucho con los Fleishman y con los Grossman, fue una señal para varios segmentos de la sociedad empresarial de la zona conurbada. Ese pacto, pronto bajó a los más amplios sectores de la sociedad porteña.
2.- Construir un frente amplio contra el PRI y Peraza Guerra. Tampico, fue quizá el único municipio del estado en donde realmente operó el Frente por México. Los partidos PAN, Movimiento Ciudadano y PRD, actuaron armónicamente en torno al proyecto del candidato panista. Como en ningún otro Ayuntamiento, esos miembros de la coalición tuvieron –tienen- representación en el Cabildo que encabeza Nader.
A esa medida estratégica, el panista sumó otra: abrió espacios para militantes priistas -y uno que otro morenista-, en su comité de campaña. Casi medio centenar de operadores de la maestra, se echaron en brazos de Nader y del PAN.
3.- Despegar una campaña a ras de suelo y con propuestas –siempre evitó la confrontación-. Como pocos políticos opositores Nader, centró su campaña en un programa de acción de obra pública y de desarrollo socioeconómico de la ciudad. Se puede decir, que fue la campaña más civilizada de todo el estado. Incluso Peraza Guerra, se comportó como una política respetuosa y serena con sus adversarios.
Ello, en parte, se debió porque los capitanes de empresa tampiqueños, repudian la confrontación. Por una razón significativa: ese clima de choque, puede bajar a la sociedad y socavar la paz entre los factores productivos.
Chucho, leyó bien ese anhelo de los inversionistas. Y le valió muchas adhesiones de los capitanes de empresa, que abandonaron a Magda, justamente por encarnar los contrario; sobre todo, su relación ríspida con la administración estatal.
4.- Se ganó la confianza del líder real del PAN en Tamaulipas. Pocos cuadros panistas que se convirtieron en candidatos, puede presumir esa circunstancia. Ese bono, Nader supo bajarlo hacia diversos grupos sociales del puerto. Esto se reflejó, en la adquisición de cordialidades que se transformaron en aceptación electoral.
Magda se fue.
Hoy, Nader encarna el liderazgo más potente del PAN en el siempre proceloso sur de Tamaulipas….

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