El Ministerio de Cultura envió una misiva de protesta donde expone que estas prendas suponen un obstáculo para el trabajo artesanal, que no puede competir en igualdad de condiciones con uno realizado de manera masiva e industrial.
El Gobierno de México ha pedido explicaciones a la empresa de moda Shein por la comercialización de un diseño de las artesanas mayas, según ha informado este miércoles la Secretaría de Cultura a través de un comunicado.
El texto detalla que se ha enviado una carta de protesta al gigante textil chino, pidiéndole que “explique públicamente con qué fundamentos se comercializa y privatiza una propiedad colectiva”.
“Estos diseños se han transmitido de generación en generación, por lo que son producto de una creatividad colectiva que corresponde al pueblo maya”, se afirma en la misiva.
Sobre la blusa que comercializa Shein por 7 dólares en su página web, la Secretaría explica que se realizan en diversas comunidades mayas de los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo y que la confección de cada una de estas piezas implica horas de trabajo.
La misiva pone de relieve que este tipo de prácticas suponen un obstáculo para el trabajo artesanal, que no puede competir en igualdad de condiciones con uno realizado de manera masiva e industrial, por lo que afecta a la economía de los creadores originarios.
La Secretaría de Cultura de México invita a la marca china “a desarrollar un trabajo respetuoso con las comunidades indígenas dentro de un marco ético que no socave la identidad y la economía de los pueblos y apegado siempre a un comercio justo que coloque en un plano de igualdad a los creadores indígenas, empresarios y diseñadores”.
Por su parte, la marca artesanal YucaChulas protestó en sus redes sociales por lo que considera un plagio, acompañado de fotos en las que se aprecia que la blusa vendida por Shein es prácticamente idéntica a una pieza que realizó en 2017. YucaChulas destaca que estas blusas, elaboradas por las comunidades indígenas, son “parte integral de la identidad del pueblo maya” y representan una “alternativa económica para su subsistencia diaria”.
En los últimos años el Gobierno de México ha hecho públicas protestas similares dirigidas a diferentes marcas, entre las que destaca el gigante español Zara, Carolina Herrera o Isabel Marant. En este sentido, en noviembre de 2021 el Gobierno llegó a invitar a algunas empresas de moda extranjeras a compartir un fin de semana con los artesanos textiles autóctonos.