Washington calificó sus acciones como una operación para defender “los derechos y libertades de navegación” en el mar de la China Meridional.
El Ejército de China denunció este miércoles que el destructor de misiles guiados estadounidense USS Benfold ingresó en aguas de las disputadas islas Xisha (islas Paracelso), en el mar de la China Meridional sin autorización del Gobierno chino.
Tian Junli, portavoz del Comando del Teatro del Sur de China manifestó, citado por CGTN, que el accionar estadounidense infringió la soberanía y los intereses de seguridad del gigante asiático, socavando la paz y la estabilidad en el espacio marítimo, así como violó el derecho internacional y las normas que rigen las relaciones internacionales.
“Los hechos han demostrado una vez más que Estados Unidos es, en todos los sentidos, un ‘creador de riesgos para la seguridad en el mar de la China Meridional’ y un ‘destructor de la paz y la estabilidad regionales’“, agregó el vocero.
Asimismo, informó que las Fuerzas Armadas monitorearon el barco estadounidense y le advirtieron que abandonase el lugar. “El Comando del Teatro del Sur del Ejército Popular de Liberación organizó fuerzas marítimas y aéreas para seguir, monitorear, advertir y expulsar” el barco, agregó.
Por su parte, la Séptima Flota de EE.UU. comunicó que el USS Benfold realizó el miércoles una operación para defender “los derechos y libertades de navegación” en el área al desafiar “las restricciones al paso inocente impuestas por China, Taiwán y Vietnam”.
“Los reclamos marítimos ilegales y extensos en el mar de la China Meridional representan una grave amenaza para la libertad de los mares, incluidas las libertades de navegación y sobrevuelo, el libre comercio y la libertad de oportunidades económicas para las naciones litorales”, añade el documento.
“Al realizar un paso inocente sin dar notificación previa ni pedir permiso a ninguno de los reclamantes, Estados Unidos impugnó estas restricciones ilegales impuestas por China, Taiwán y Vietnam”, destaca el comunicado.
El mar de la China Meridional ha sido una fuente constante de tensión durante años por ser objeto de reclamaciones territoriales y marítimas de varios países: China, Vietnam, Filipinas, Malasia, Indonesia y Brunéi. La región, rica en recursos y una importante vía internacional por la que pasan billones de dólares en tráfico marítimo cada año, es frecuentemente escenario de las llamadas misiones de “libertad de navegación” organizadas por Washington.